[ROL] Pasión en la Élite

¿Por que me tenía que ver en medio de una especie de triángulo?
Kyo se metió entre los dos, y luego Death tiró de mí hacia el instituto:
-Sino no nos damos prisa llegaremos tarde..- me comento, como si nada hubiese pasado. Yo asentí lentamente y me deje guiar por Death, sonrojado.
-E-exactamente...¿dónde vamos?- murmuré.

Off rol:

-Dean hará lo que quiera-Gruñí, molesto por la intervención de Kyo-Ya decidirá él si quiere unirse a nuestro trío o no, pero yo ahora solo le estoy enseñando el camino...

Me giré de nuevo hacia el chico, esperando que no se hubiera asustado demasiado.

-Mi intención era alejarte de ese par guiarte hasta el Salón de Actos donde darán el discurso de principio de curso...

Off rol:

Al darme cuenta de que alguien había reparado en mí, tapé automáticamente las palabras con hojas que había en el suelo. Giré la cabeza lentamente y miré sus ojos, pero aparté la mirada rápidamente.

Asentí con la cabeza, respondiendo a su pregunta, y me levanté. Me froté nerviosamente las manos, no estaba acostumbrado a relacionarme con la gente, me resultaba extraño y algo incómodo.

- ¿Por qué te preocupas por mí? -pregunté telepáticamente, empezando a trenzarme uno de los mechones largos de mi pelo para intentar ocultar ese nerviosismo- Hay gente mucho más importante que yo...

Miré a los demás, que empezaban a entrar, pero no hice ademán de seguirlos. Miré de nuevo al chico, preguntándome por qué no entraba él.


Death me quitó a Dean de los brazos, mirándome con amenaza. Hice un gesto al moreno cuando se disculpó, quitándole importancia.

- Suerte que eras tú el que quería un trío... -dije, con un bufido, en respuesta a la negativa de Death a compartir- Death... a las arañas les gusta la oscuridad. No me tientes a mandarte a mi sicarius... -era una de mis arañas especialmente peligrosas: no había antídoto conocido para su veneno. Por suerte, no son arañas especialmente agresivas... pero eso él no lo sabía.

Kyo nos apartó y me besó, momento que Death aprovechó para alejarse con Dean. Sonreí a la pregunta del enano pervertido y le revolví el pelo.

- El veneno de la viuda negra tiene algunos efectos secundarios únicamente en los varones. Aunque se inyecte el antídoto al momento, provoca excitación física que puede llegar a durar un par horas. Cosas de arañas... -añadí, riéndome.


Noté que se me iluminaba la mirada al sentir el suspiro de Luther cuando lo besé. A Dalek lo había rechazado de un golpe, pero cuando era yo quien lo besaba, como mucho apartaba la cabeza, ni siquiera me separaba de él, y, después, ese suspiro... le gustaba que lo besase.

Me contuve para no saltar a sus labios. Fue una lástima que interrumpiese la amenaza de Dalek, me hubiera gustado oírla.

- Luther... llámame por mi nombre y tutéame... y no me importará qué severo sea el castigo si tú mismo te aseguras de que lo cumpla. -no pude evitar sonreír levemente al ver la marca que le había hecho, una advertencia de que aquél que lo tocase no obtendría buenas consecuencias- Yo también te pido disculpas... me gustaría compensártelo de alguna manera.

Di un brinco al notar la voz del chico en mi cabeza. ¿Cómo era posib...? ¡Clro! Poderes telepáticos...

-¡Perdón por molestarte!-Exclamé, azorado-Es que me daba pena verte solo...

...porque comprendo lo dolorosa que puede ser la soledad.


Miré a Clearco, molesto por su amenaza. Realmente iba a comenzar a odiar a las arañas...

Pero... Un trío es divertido, pero efímero, y una vez haya pasado Kyo y el arácnido se desatenderán, mientras que una batalla por Dean es más larga, por lo que la diversión dura más...

-Prefiero la guerra-Le susurré, esperando que Dean no nos oyera-Es más larga e interesante...

Off rol:

Me dediqué a observar la escena que se desarrollaba entre Death y Clearco y suspiré... ¿desde cuando me pasaba eso? Con Henry....sacudí la cabeza. No era el momento de pensar en él...Miré a los dos que estaban ante mí, y también estaba Kyo:
-Escuchad... ¿no sería mejor que entrásemos al salon de actos?- pregunté, dudoso

-Escuchad... ¿no sería mejor que entrásemos al salon de actos?-La dulce voz de Dean hizo que regresase a la realidad.

-Tienes razón...-Sonreí, separándome de Clearco y tomándole de la mano-Será mejor que nos vayamos...

Sentí como Death tiraba de mí y una pequeña sonrisa se asomó en mis labios. Dejándome llevar, agarré su mano con fuerza y me adelanté a él, tirando de su cuerpo, mientras seguía a la marea de estudiantes.
-Así conseguimos sitio uno junto al otro- dije, con una sonrisa

Sonreí a Death mientras me sentaba en uno de los sitios.
-¿Quien crees que saldrá elegido?- pregunté, ladeando la cabeza hacia él.- Seguro que tú consigues entrar, tu poder es bastante bueno- reconocí

Sonreí, controlándome para no decirle para qué usaba mi poder.

-Todavía no lo conoces...Es pronto para decir nada...-Y soy demasiado problemático como para que me elijan...

-Todavía no lo conoces...Es pronto para decir nada...- contestó él. Yo le dediqué una sonrisa que creo que fue tranquilizadora. Fue entonces cuando me fije que nuestras manos seguían entrelazadas. Totalmente ruborizado, me solté de él y esquivé su mirada

Hice un mohín al notar como Dean separaba nuestras manos. Aprovechando que estaba distraído me apoyé en su hombro, simulando un bostezo.

-Estoy algo cansado...-Mentí-

Sentí su cabeza sobre mi hombro y me sonrojé:
-Estoy algo cansado...- murmuró. Tragué saliva
-E-entonces es-esperemos que termine pronto ¿no?- comenté, sonriendo

Off Rol:

Miré al chico, extrañado por su disculpa. Hacía mucho que nadie me pedía perdón, apenas podía recordar la última vez que me lo dijeron... si es que alguna vez lo habían hecho. Había oído muchos "lo siento" después de aquello, pero habían sido fúnebres, completamente vacíos. Nadie lo sentía.

- No me molestas. -aparté la mirada de él y volví a mirar las palabras grabadas en la corteza del árbol, escondidas rápida y torpemente- No soy alguien digno de compañía... -le comuniqué, con algo de amargura

Acabé de trenzarme ese mechón de pelo y deshice la trenza con los dedos, ya algo más calmado. Por lo menos ya no me temblaban las manos.

- Me llamo Norman. -dije, sin mirarlo a los ojos. Me resultaba realmente difícil mirar a los ojos de las personas.


Respondí a la molesta mirada de Death con una amenazante y cargada de desafío.

- Guerra pues... -murmuré como respuesta, sin importarme si lo oía o no.

Sonreí al notar los movimientos de Kyo y le acaricié el cuello, masajeándolo levemente.

- De momento nadie me ha dejado usar a las arañas en la cama... serías el primero. Cuando se tienen arañas venenosas hay que saber los efectos de su veneno, Kyo... sí, la pequeña viuda me ha picado un par de veces. Es muy nerviosa. Por eso llevo siempre el antídoto para el veneno de mis pequeñas... si lo hay.

La tierna mirada de Kyo, aunque falsa, me hizo sonreír y asentí, llevándolo dentro.


Fulminé con la mirada a Dalek al ver que se llevaba a MI Luther. Me hacía rabiar de celos que a mí me llamase por el apellido y a él, en cambio, lo tutease. Me obligué a mí mismo a calmarme, eso no quería decir que hubiese nada entre ellos... es más, Luther no me pegaba cuando lo besaba, a él sí... cuando yo lo besaba tardaba más en reaccionar que con él... y no podía evitar preguntarme por qué. No me atrevía a hacerme demasiadas ilusiones, pero... lo más racional parecía que en el fondo él también sentía algo por mí.

Ese pensamiento me llenó de alegría. Entré en el salón a grandes zancadas, decidido. Tarde o temprano conseguiría que Luther me confesara su amor.. y entonces podría decírselo yo.

Me estremecí, en parte por su voz en mi cabeza y parte por la tristeza de lo que decía. La soledad es algo que siempre me ha afectado.

-Yo soy Hareton-Me presenté, un tanto inseguro-Creo que deberíamos de ir a La Luna o empezarán sin nosotros.

Casi sin pretenderlo enfaticé en ese "nosotros", como para demostrarle que ya no estaba solo.

- No lo pongo en duda. -ronroneé, divertido por la mirada ardiente de Kyo.

Alcé una ceja significativamente mirando el asiento que señalaba, proponiendo que lo compartiésemos... e imaginándome cómo quería hacerlo. Me reí con algo de crueldad al pensar cómo reaccionaría Dalek, nadie amenazaba a mis arañas y salía impune...

Asentí al rubio y le guiñé un ojo, cogiendo la caja donde iban mis mascotas con una mano al mismo tiempo que movía los labios sin pronunciar ningún sonido, tranquilizándolas. Cuando abrí la caja, las tarántulas fueron solas desde mi espalda a su interior, obedeciendo la suave orden. Después volví a cerrarla y me senté, cogiendo al rubio por la cintura y sentándolo en mi regazo.

- Creo que esta noche me perderé en el camino de vuelta a mi cuarto... -le susurré al oído


Noté que se estremecía y cerré los ojos, ligeramente avergonzado. Intuía a qué se debía...

- ¿Te incomoda? La sensación... tenerme en tu cabeza. -aventuré- Puedo... dejar de hacerlo. -me llevé las manos al cuello, otro de mis gestos nerviosos, como el de frotarme las manos o trenzarme el pelo- Pero no puedo usar mi voz... ya no. La última vez que lo hice fue...

Mi poder se interrumpió, quebrado por un violento temblor que habían provocado los repentinos recuerdos. Sacudí la cabeza para intentar alejarlos, pero sabía que nunca se iban muy lejos, me acechaban como buitres a un animal moribundo.

En ese momento me di cuenta de que había apretado las manos en torno a mi cuello, lo suficiente como para impedirme respirar. Lo solté rápidamente y tosí varias veces, expulsando el aire por la nariz y llamándome idiota a mí mismo. La autoextrangulación era totalmente inútil como método de suicido.

- Perdona... la última vez que usé mi voz no debería haberlo hecho. -me estremecí, pero fue un suave escalofrío a comparación con el anterior- Si te molesta, dímelo. De todos modos no soy dado a hablar demasiado.

Mis manos volvían a moverse nerviosamente...

-¡No me molesta! Solo es que no estoy acostumbrado...-Negué exageradamente con la cabeza, no muy seguro de saber qué decirle.

Nervioso por el movimiento de sus manos (Que estremecedoramente me recordaban a alguien intentando ahogarse) le sujeté por impulso, arrepintiéndome rápidamente.

-Lo siento-Sonrojado, comencé a retroceder-Creo que deberíamos de irnos...

Debo de haber quedado como un idiota...


-Espero que no...-Me acomodé un poco, mirándole a los ojos-Estoy bastante cómodo...

-Espero que no...-murmuró Death, acomodándose mas y mirándome a los ojos. Me ruboricé enseguida-Estoy bastante cómodo...- dejé de mirarle a los ojos.
Si seguía así acabaría sintiendo algo hacia él, y ya me habían partido muchas veces el corazon...aunque aquél beso...¿por qué a mi? Me ruboricé más, al sentir el cosquilleo todavía en mis labios, donde me llevé una mano

Miré a Hareton, visiblemente sorprendido cuando me cogió las manos. No me lo esperaba. Estaba acostumbrado a que evitasen mis intentos de suicidio, pero esa vez no lo había sido... al menos, no conscientemente. Aunque no sería la primera vez que lo hiciese sin darme cuenta.

Bajé lentamente la mirada y acaricié la muñequera con aire distraído. No me gustaba la expresión que había usado... me hacía recordar lápidas y culpa.

- No te disculpes. -le pedí, con un tono inexpresivo. Otro motivo por el que prefería mi poder a mi voz era ese: la voz delataba sentimientos que quería ocultar, con la telepatía los podía controlar mejor- Estás lindo cuando te sonrojas... creo que yo he perdido la capacidad de hacerlo.

Asentí firmemente, aunque en realidad me era indiferente entrar o no. No quería retenerlo más de lo que ya lo había hecho.

- Vamos. ¿Sabes dónde hay que ir? Yo... éste es mi primer año, estuve enfermo mucho tiempo. -y, teóricamente, seguía estándolo, pero los psiquiatras se habían dado por vencidos conmigo. Aunque, desgraciadamente, eso no les había impedido enviar una carta a la dirección de la Luna, advirtiendo de mis ataques suicidas.

A este paso se me iba a olvidar cómo es un cuchillo.


Me reí, divertido por la insinuación de Kyo.

- Exhibicionista. ¿No te preocupa que nos vean todos? No me tientes, pequeño, no me tientes... -ronroneé, colando una mano bajo su camiseta y subiendo hacia sus pezones- Pero mejor esperamos... prefiero que tu enamorado Dalek no me mate, sus cristales son más rápidos que mis arañas.


Me despegué bruscamente de la pared del fondo, crispado por los celos. Estaba prácticamente oculto en un rincón algo oscuro, de pie. Desde que había entrado, había buscado a Luther con la mirada para no perderlo de vista. Era mejor saber dónde estaba desde el principio, mi imaginación tendía a pensar demasiado mal cuando se trataba de él... y en ese momento alcanzaba a ver su mano sobre la de Dalek.

Di un paso al frente y miré furiosamente al hombre de la cicatriz. Mis ojos empezaron a brillar y mi visión se cubrió con un manto azul eléctrico. Noté el leve destello blanco cuando sus ojos se pusieron como los míos y le hice mirarme, nada más. Caminé hacia Kyo, haciendo que Dalek me siguiese con la mirada y dejé de utilizar mi poder: ya no hacía falta, le había dicho lo que pasaría y sabía que me vigilaría por sí mismo.

Pasé una mano por la nuca del chico y enredé los dedos en el pelo rubio, echándole la cabeza atrás con un brusco tirón y besándole agresivamente, mirando de reojo a Dalek para asegurarme de que lo veía.

- ¡Oye! -no me percaté de la presencia de esa especie de rockero de poca monta hasta que me apartó del crío de un empujón- Búscate tu propio uke.

- Ya lo tengo. -repliqué, aunque Luther se resistiese por el momento. Cogí la cara del bicolor y acerqué la mía sin soltar a Kyo. Nunca fui sociable y en ese momento, menos todavía- Y si osas tocarlo te aseguro que lo lamentarás... aunque para eso antes tendrás que averiguar quién es. -sonreí con cinismo y lo solté. Era difícil pensar que Luther podía ser uke... pero pensaba dominarlo, y a él parecía no desagradarle del todo la idea- Te regalo al crío, yo lo detesto. -finalicé, soltando bruscamente al rubio

Me alejé, volviendo al rincón, perfectamente consciente de que acababa de declararle la guerra a Dalek y, probablemente, también a Clearco. Pero la guerra se basa en el intelecto, más la estrategia que la fuerza, y en eso los superaba a ambos sin lugar a dudas.

Off rol: