[ROL] Pasión en la Élite

Off rol:

Al ver el grupo de alumnos me detuve. Busqué con la mirada a Luther, pero pensé que debía de haber ido al patio, a juzgar de cómo se había asomado a la ventana. No pude evitar sonreír con suficiencia al ver a Dalek: aunque me pusiese celoso cuando veía a Luther con él, era yo quien salía con el exmilitar.

Al oír la última pregunta del profesor lancé una mirada despiadada a los alumnos que me rodeaban.

- Cierto. -dije, haciéndome oír por encima de los murmullos- ¿Quién ha sido el gallina que ha gritado así sólo por esta tontería?

Liberé parte de mi poder, haciendo brillar mis ojos levemente en azul, amenazante. Estaba realmente irritado, Luther estaba siendo muy tierno antes de la interrupción... y ya no podía saber cómo hubiese terminado esa primera cita.


Miré sorprendido las manos que me sujetaban y después alcé la vista hacia Hareton. Su mirada asustada y... preocupada, me dolió.

De repente cayó sobre mí y mi impulso fue cogerlo para evitar que se hiciese daño. Esa situación, otro varón sobre mí... me resultaba demasiado familiar. Sacudí la cabeza, intentando olvidarme de Él. El sonrojo y la disculpa del rubio acabaron de dispersar esa horrible sensación. No fui capaz de decirle nada y en lugar de ayudarle a levantar lo abracé con fuerza y seguí llorando contra su hombro.

- Fue culpa mía... los mataron por mi culpa... -incluso por telepatía, me di cuenta de que mi histeria era demasiado evidente, pero no podía intentar ocultarla ni interrumpirme- Un minuto... sólo un minuto. Si la policía hubiese entrado un minuto más tarde... estos últimos años han sido mi propio castigo, una tortura que no soy capaz de soportar. Me odio, me quiero morir... ya debería estar muerto... debería haber muerto tantas veces...

Me temblaban las manos, intentando librarse de su agarre para seguir arañando mi cuello, hasta que mi mirada cayó al cuchillo que todavía estaba en el suelo. No podía apartar la mirada de él, pero tampoco cogerlo por la forma en la que Hareton me sujetaba.

- Hareton, aleja... -incluso por telepatía, mi tono sonaba ansioso- El cuchillo... tan cerca... me llama. Si sigue ahí... cuando me sueltes, me mataré... o al menos lo intentaré.

Diálogo interno con Hareton:

Por inconsciencia le devolví el abrazo, evitando que continuara autolesionándose.

-Yo...-Murmuré, no muy seguro de qué decirle para consolarle.No pienso soltarte hasta que te calmes, así que ya puedes ir olvidándote de ese cuchillo.-Mi voz sonó demasiado autoritaria para ser mía, pero mantuve la compostura.-Yo...no entiendo qué te pasó ni porqué estás así, pero puedo asegurarte que no todo es culpa tuya. Siempre hay miles de variables, de casualidades...¡No todo es culpa tuya!

-Hola,¿sabéis algo sobre...eso?-Preguntó Rosh, en cuanto se acercó nosotros, señalando el muro. Me fije que seguía en pijama y sonreí, revolviéndole el pelo.
-Tranquilo no pasa nada- comenté. Luego dirigí mi mirada de nuevo a la pared- Aunque...no sé que es- murmuré, mordiéndome el labio inferior

Se me escapó una mirada hambriente al fijarme en Rosh en pijama. Mirada que no dudé en camuflar con una sonrisa.

-No os preocupéis, parece sangre.-Bromeé, abrazando a Dean por la cintura.-Si hay algún problema, yo te protegeré...-Le susurré.

Los murmullos se acallaron en cuanto Hodur usó su poder. No obstante, ninguno supo responderle.

Cuando sentí los brazos de Dean rodearme me sonrojé, pero aún así no me deshice de su agarre.
Miré fijamente a Hodur, temeroso de lo que pudiera pasar...

Las reacciones de los dos chicos hicieron que me sonrojará (¿Qué iba a ser si no...)Dean sonrió divertido y me revolvió el pelo haciendo que me sintiera muy inferior (Sigo teniendo ganas de llorar)
-Tranquilo no pasa nada.Aunque no sé que es...-Comentó mientras dirijía la mirada hacía la pared,curioso mientras se mordía el labio inferior.DS sonrió condisimulo aunque bien sabía que me estaba mirando el pijama (Imaginando alguna perversión sin duda,no nací ayer)
-No os preocupéis, parece sangre.Si hay algún problema, yo te protegeré...-Dijo mientras agarraba a DS por la cintura,haciendo que me provocará arcadas.Me compadezco de Dean,al menos él no es siniestro o idiota...Suspiré cuando vi que se sonrojaba pero no se intentaba zafar.Bueno que se le va a hcer,se ha enamorada del tipo más siniestro que puede haber aunque hay que reconocer que también es atractivo.A su manera.Me puse colorado e iba a replicar cuando me di cuenta del estruendo que se provocó.
Era Hodur y estaba mostrando su poder,rabioso.
Y yo creía que no era tan idiota...Pues para montar un numerito así...Me limité a mirar a mi pijama de ositos marrones(¿¡Por qué mis padres me pondrían en la maleta sólo este?!) sin saber que decir,presenciansdo el numerito.
-Al menos ya no están todos chillando algo es algo-Se mes escapó pero no le di mucha importancia.Me pregunto que le pasará para hacer ese espectáculo...

Off Rol:

Off rol:

Volví los ojos hacia Rosh en cuanto le oí hablar.

- Rosh, te he dicho antes que no me molestes... y ahora mismo no estoy de humor para tonterías, así que si no has sido tú, cierra el pico. -dije, con un tono más autoritario que el de Dalek y mostrando tal vez demasiado lo irritado que estaba- Si no sale antes de que cuente cinco, empiezo a interrogaros uno a uno, desvelando por el camino vuestros mayores secretos.

Me giré bruscamente hacia la pared y empecé a contar en alemán, alzando considerablemente la voz.

- ¡Eins! ¡Zwei! ¡Drei!...


Poco a poco, el temblor de mis manos se hacía cada vez más débil, pero era una especie de ojo del huracán: si me liberaban entonces, mi ataque se intensificaba... experiencia.

- No me sueltes todavía... -le dije- Aunque parezca calmarme... no te fíes -sacudí la cabeza al oír que me exculpaba, intentando liberarme de la carga que me aplastaba- No... tienes razón. Hay una cosa de la que no tengo la culpa... de estar vivo. Agradezco de verdad que no puedas entenderlo, eso quiere decir que no has pasado por nada parecido. Yo... vi morir a mi padre intentando salvar a mi madre y a ella segundos después suplicando clemencia para mí. Y luego, cuando llegó mi turno... aparecieron ellos, la policía... demasiado pronto. Deberían haber sacado tres cuerpos de ese lugar, no dos y a mí. Después el juicio en el que me obligaron a testificar no me dejó olvidar... Ellos me convirtieron en esto... mi alma está tan muerta como mis padres, pero por ese maldito azar mi corazón sigue latiendo.

Después de aquel extraño y poco cohesionado monólogo, seguía temblando, pero ya no tenía realmente ganas de suicidarme... sino de algo peor: de hacerme daño hasta desmayarme de dolor o cansancio, de golpearme, de lesionarme... guardaba rencor a la policía y me dolía pensar en los hombres que mataron a mis padres, pero, en realidad, a la única persona que odiaba profundamente era a mí mismo.

Me enderecé, totalmente pálido.

-No estarás hablando en serio...-Murmuré, mirando a Hodur. Hay demasiadas cosas sobre mí que no me gustaría que salieran a la luz o que Dean descubriera.-¡Deja de decir tonterías!

Barajé la idea de ofrecerme como culpable para que parara su purga, pero la rechacé de inmediato. En vez de eso me abalancé sobre él, tomándole por la cintura para arrastrale por mis sombras bien lejos.

-Espero que me llegues a disculpar-Esbocé una de mis sonrisas, haciendo una reverencia antes de alejarme.


Al ver que se calmaba, aflojé un poco mi abrazo, pero ante su advertencia lo reforcé.

Lo peor de esta situación no era lo malpensante de nuestra postura, sino mi incapacidad de poder ayudarle.

Sonrojánodme un poco, me moví para no estar tan "encima" de él, pero sin dejar de sujetarle...hasta abrazarle.

-Te sujetaré hasta que te calmes-Murmuré, desviando la mriada, abochornado.

Off rol:

De repente, Death me interrumpió lanzándose sobre mí y apartándome del resto con ayuda de sus sombras. Mis ojos se volvieron completamente azules y lo miré, ya no irritado, sino completamente furioso, pero segundos antes de que lograra usar la hipnosis contra él, la voz de Luther me bloqueó del todo. Mis ojos volvieron a la normalidad al momento y lo miré mientras se acercaba con ese paso decidido y rápido.

Cuanto más enfadadas eran sus palabras, más deseaba besarle, pero me limité a asentir, controlándome como él me exigía. Cuando acabó conmigo, bajé un momento la cabeza con docilidad, pero al oírle hablar así de mi ego sentí que la furia volvía a mí.

- Acabaré sabiendo quién ha sido... y juro por mi madre que me las pagará. -dije, girando bruscamente sobre mis talones

Abandoné el pasillo, casi fuera de mí de rabia. ¿Ego? ¡Maldita sea! Que me considerasen ególatra los demás, pase, pero que lo hiciera él... Luther me importaba mil veces más que yo mismo. Si fuese tan egoísta, no lo hubiese dejado salir corriendo, hubiéramos seguido paseando. Si fuese así, ya haría mucho tiempo que mis deseos estarían más calmados, porque ya se habrían visto satisfechos. ¿De verdad tendría que confesarle a Luther que lo amaba para que lo entendiese?


Noté que se movía y no pude evitar temblar ligeramente.

- No deberías... moverte tanto. -comenté. Un intento desesperado por cambiar de tema- Es peor. Yo... soy homosexual. -confesé, apartando la vista- Ya puedes soltarme... no soporto estar vivo y por eso es el castigo que me puse. Merezco algo peor, pero no se me ocurre nada que me cueste más que eso: vivir sabiendo que fue culpa mía... por eso debo seguir vivo.

- No deberías... moverte tanto.

Le miré algo extrañado, aunque aliviado de que por fin se hubiera calmado.

- Es peor. Yo... soy homosexual.

Pasé a un nivel superior de ensonrojamiento. Sin dejar de murmurar una disculpa, me levanté aceleradamente. Yo también lo era y durante mucho tiempo lo había ocultado por miedo a lo que los demás dijeran, pero, ¿y si Norman había pensado lo que no era?

Negué con fuerza, desterrando mis pensamientos.

-¿Estás más calmado ahora?-Murmuré, intentando cambiar de tema.

Cuando se levantó, aparté la mirada, avergonzado por la confesión. Nunca había estado muy seguro de por qué se habían alejado de mí los que eran mis amigos: si era por cómo murieron mis padres, por mis intentos de suicidio o por mi homosexualidad, que la mayoría de ellos descubrieron después del juicio.

- ¿Estás más calmado ahora?

Al oír su voz volví a mirarlo. Pensaba que se habría alejado como los otros lo hicieron, pero sólo se había apartado.

- Mi castigo sigue en pie. -le dije, asintiendo con la cabeza- Viviré... no intentaré matarme. -me levanté lentamente, pero no hice ademán de acercarme a él ni ir a tocarlo. Desvié de nuevo la mirada, frotándome con nerviosismo un brazo- Hareton... puedes relajarte. Soy gay, pero hace mucho que no me siento atraído por nadie. Puedo tener amigos sin que llegue a pasar nada entre nosotros... de todos modos, ¿quién soportaría salir con un suicida? ¿Quién podría sentir algo por mí si yo mismo me odio?

Off rol:

Me sonrojé aun más. Había sido demasiado visible hacia dónde había ido mi línea de pensamiento. "Idiota, idiota..."

Estuve tentado a volver a decirle que no tenía porqué ser así, pero sería como tirar piedras al mar. Ojalá algún día Norma pudiera dejar atrás ese pesimismo...

-¿Parece que ha pasado algo?-Murmuré. En cuestión de segundos se había vaciado el comedor, dejándonos solos.

Off rol:

Me quedé pensativo cuando comentó que había pasado algo y miré a nuestro alrededor. El comedor estaba desierto aparte de nosotros. Cerré los ojos un momento, intentando recordar qué había desencadenado esa brusca recaída.

- Sí. Ha gritado alguien, ¿no? Ha sido eso lo que ha provocado que tuviera todo ese ataque. -comenté- Deberíamos ir a ver ¿no? ¿O nos enteraremos mañana?

Off rol:

Le lancé una ultima mirada furibunda a Hodur y los profesores andes de dar media vuelta.

-Buenas noches, Dean...-Le besé fugazmente para volver a paladear el sabor de sus labios.-Estoy de mal humor así que me voy a mi cuarto a ver si le puedo dar la murga a mi simpático compañero...



Me encogí de hombros. Seguramente no era más que una inocentada.

-Prefiero dar ese paseo...-Murmuré

Spoiler:

Miré a Hareton, esforzándome por sonreírle al oír su respuesta.

- Vamos entonces... yo... estaré encantado de pasear contigo. -aparté la mirada, avergonzado- Pensaba que después de esto... -señalé el cuchillo del suelo, sin mirarlo. Tenía la sensación de que si lo mirase saltaría a por él- ... no querrías pasear. Gracias.

-Buenas noches, Dean...-murmuró Death, acercándose a mi para besarme. Me llevé las manos a los labios confuso y sonrojado-Estoy de mal humor así que me voy a mi cuarto a ver si le puedo dar la murga a mi simpático compañero...- asentí, me despedí de el mientras se alejaba y suspiré, mirando de nuevo el mensaje en la pared...¿quién lo habría hecho?

Mis furiosos pasos acabaron llevándome de vuelta al pasillo donde estaba con Luther cuando oímos el grito. Tan bruscamente como había aparecido, mi ira se disipó y solté un suspiro, apoyándome en la ventana para observar la noche. Luther tenía razón, no podía desahogarme con mis compañeros cada vez que me enfurecía... pero tampoco quería estallar con él.

Soy temperamental, siempre lo he sido. Y, en ocasiones, estando muy irritado, también violento. En ese momento, volvió el intenso deseo de besar a Luther que había reprimido mientras me regañaba. Ese impulso egoísta de acallar su sermón frente a los demás alumnos y verlo sonrojarse tanto por el beso como por el público. Si no lo había hecho era por respeto a su deseo de mantenerlo en secreto. A fin de cuentas, eramos profesor y alumno, podría meterse en un lío si se descubría.

Tener que esperar a saber que me correspondía para confesarle mi amor como era debido amenazaba con volverme loco... pero ni yo mismo era capaz de predecir cómo reaccionaría si Luther me rechazaba. Mejor enamorarlo, hacer que me correspondiese sin que supiese lo que yo sentía realmente... y decírselo cuando él diese muestras de amarme.

Pero no podía evitar preguntarme si eso sería posible si descubría mi faceta agresiva... por eso, para aclararlo y disculparme, me dirigí a la zona donde estaban las habitaciones de los profesores, para esperarle ante la puerta.

Sin embargo, ya ante la puerta, oí algunos débiles ruidos dentro y llamé a la puerta suavemente. Era posible que hubiese llegado antes que yo.

Desvié la mirada. Estaba tan preocupado por intentar desviar el tema que no me había parado a pensar si con ello le molestaba. Aunque esta vez había tenido suerte.

-Me había quedado con ganas de pasear-Reconocí en una verdad a medias.

Tardó un poco en abrir la puerta, pero se me olvidó la espera al verle. La visión directa y tan real de su pecho desnudo me cortó la respiración unos segundos y me aceleró el pulso. Había imaginado tantas veces cómo sería que por unos instantes no me podía creer estar viéndolo de verdad.

Cuando entró de nuevo, lo seguí sin pensarlo antes de que me diese permiso. Lo vi ponerse la camisa y pelearse con los botones. Me acerqué a él y, en contra de toda lógica, le aparté las manos y se la abotoné, intentando mostrarme calmado, cuando lo que realmente quería era empujarlo contra la cama, ponerme sobre él y hablarle sólo con el contacto de nuestros labios.

Antes me había enfadado que me considerase arrogante, pero esta vez sus palabras me dolieron... y ese dolor me irritó. Cuando me di cuenta, lo sujetaba con firmeza contra la pared.

- Eres un idiota. ¿Con todo lo que me he esforzado para que me hicieses caso, crees realmente que sería sólo un juego? ¿Crees que me importaría que tú lo hicieses conmigo? No voy a buscar a otra persona...

Lo besé agresivamente para omitir un "te quiero a ti". Mis manos bajaron por voluntad propia a la parte alta de sus muslos y lo pegué a mí, lo que no ayudaba en absoluto a calmar mi estado. Pude verme a mí mismo desnudándole y haciéndolo caer en la cama... pasando la noche con él...

Me separé en el momento que me dí cuenta de que una de mis manos volví a desabotonarle la camisa. Aparté ambas manos bruscamente de él, y apoyé la frente en la pared, algo por encima de su hombro.

- Tonto... -le dije, con un tono mucho más sosegado- ¿No te das cuenta de que mi ego se hace pedazos cuando estoy contigo?

Me separé completamente y fui hacia la puerta. Eso era mucho más cercano a una declaración de lo que podía permitirme. Ya con la mano en el pomo para cerrar la puerta, me giré hacia él.

- Ya es tarde para decirme que no. Ahora que por fin te tengo, no voy a dejarte ir fácilmente.

Salí, cerrando la puerta detrás de mí, y avancé un poco por el pasillo antes de perder el control y pegarle un fuerte puñetazo al muro de piedra. Yo era invulnerable, nada podía dañarme. Entonces, ¿por qué ese hombre me hacía sentir así con sólo unas pocas palabras? Insensible al dolor físico, golpeé de nuevo la pared, y lo repetí una y otra vez, intentando liberarme de ese dolor interno.


Lo miré, esbozando una vez más un intento de sonrisa.

- ¿Por dónde vamos? Yo no conozco la escuela...

Si él quería algo, yo quería complacerle y que lo tuviera, sin importarme que fuera. Era el primer amigo que hacía en mucho tiempo...

Off rol: