[ROL] Pasión en la Élite

Off:

Sujeté a Dean por la barbilla, obligándole a mirarme.

-Tranquilo, no pasa nada... Cada uno tiene sus defectos: Yo por ejemplo tengo un sentido de la ética y la diversión muy retorcido.

Off rol:

Me gustaba la facilidad con la que sonreía Hareton, pero al mismo tiempo lo envidiaba por ello. Eran sinceras... no cínicas, crueles o simplemente dementes como las que acudían a mis labios, ni psicóticas como las que tanto había visto estando en el manicomio... pureza y sinceridad. Eso era lo que tenía Hareton que me resultaba tan agradablemente extraño.

- Sí, vamos. Te sigo.

Me esforcé para sonreír, intentando imitar su calma y naturalidad, pero no acabó de salirme bien. ¿Se puede aprender de nuevo a sonreír cuando se ha olvidado cómo hacerlo?


Había ido a mi habitación a dejar las arañas. Me tomé mi tiempo, separándolas en varios terrarios que llevaba en la maleta según sus características. Y, como siempre, los dos más pequeños estaban ocupados por las peligrosas: en uno de ellos estaban la viuda negra y una reclusa, y en el otro el sicarius solo. Eran mis tres ejemplares peligrosos: la viuda por su nerviosismo que la hacía agresiva, la reclusa porque su picadura tarda en doler... y el sicarius estaba aparte porque era mi único macho y no quería que ninguna de las hembras se lo comiese.

Además, aproveché que estaba en mi habitación para tratarme el mordisco de lo que parecía ser una amante celosa. Sólo tenía que limpiar un poco la herida para evitar que se infectase, había otras que eran mucho más difíciles de tratar. Después me despedí de mis mascotas con voz suave y me fui, cerrando la puerta.

Me dirigí directamente hacia el comedor, y lo primero que vi fue a Kyo con su irresistible vestido de criada coqueteando con Dalek y a Luther (¿celoso?) apartándolo de la mesa. El exmilitar tuvo que sujetar al otro profesor para que no fuese detrás de Kyo... qué cruel.

- ¡Hola, Kyo! -saludé animadamente, acercándome a él y poniéndole descaradamente una mano en el trasero- No te pregunto cómo estás, es evidente... estás para comerte. ¿Cenas conmigo? Te dejaré elegir el postre...

Sabía que entendería la insinuación, pero por si acaso deslicé la mano bajo su falda para dejarle claras mis intenciones. Iba muy en serio, al día siguiente pensaba llamarlo Taku.

-No lo comprendes, yo...- suspiré- Yo en ocasiones no puedo controlar mi poder, y esto provoca que los que estén a mi alrededor puedan salir dañados...- expliqué- Por culpa de mis sentimientos, y no poder controlarlos, dañé a una persona que había sido muy importante para mí...- murmuré, desviando la mirada

-Cierto, no lo comprendo...pero puedo intentarlo...Y también detenerte-Le besé en la frente, abrazándole con fuerza.-Vamos a cenar, así seguro que te calmas...

Mire a Death y esbocé como pude una sonrisa.
-Vale...- murmuré, incorporándome

Sonreí al oír la respuesta de Kyo: completamente digna de él.

- Mejor, así no resultarás empalagoso. -ronroneé- Y, pequeño, te digo por adelantado que puedo darte todo el postre que quieras.

Cedí a su petición y lo cogí en brazos. Lo senté en una mesa desocupada y lo besé apasionadamente, demasiado tentado a empezar a desnudarlo.

- Eres un pervertido adorable, Kyo. -murmuré


Escuché atentamente a Hareton mientras me decía cuáles eran sus comidas favoritas. Se le veía muy animado... demasiado para estar con un depresivo como yo. Aunque, claro, él no sabía que lo era. Decidí ocultárselo: lo último que quería era hacerle daño a él también, había tenido suficiente con matar a mis padres, no quería que nadie más sufriese por mi culpa.

- A mí...me gustaba especialmente un guiso de carne y verduras que hacía mi madre. -aparté un poco la mirada, lo justo para intentar que no viese las lágrimas que empezaban a cubrir mis ojos- Nunca pude decirle cuánto me gustaba... ni tantas otras cosas que ahora me arrepiento de no haber dicho... y ya nunca podrán saber.

Ni yo mismo sabía por qué se lo había contado. No había superado la muerte de mis padres, nunca podría hacerlo. Primero el juicio en el que me obligaron a testificar, después las pesadillas que me atormentaban en cuanto caía dormido... y los recuerdos. En el hospital había envidiado con toda mi alma a los amnésicos: nunca había entendido por qué querían recordar.

Me sequé con un gesto rápido las lágrimas que ya rodaban por mis mejillas y volví a mirar a Hareton. Le pasé un brazo por los hombros para intentar tranquilizarlo: parecía asustado.

- Tranquilo. No te pasará nada estando conmigo: te protegeré.

Negué con la cabeza, aunque aliviado por sus palabras.

-No es eso...estaba pensando en las arañas...-Volví a temblar irremediablemente, pero poco a poco logré serenarme.-¿Cenamos?

Arrastré a Norman a la mesa más lejana de Clearco y Kyo.

Off:

Guié a Dean al comedor, intentando calmarle un poco. Llegamos de los últimos, así que habían pocas mesas libres, pero intenté darles un poco de "privacidad" a Clearco y Kyo. Entonces recordé esa absurda fiesta nocturna. No me apetecía nada tener a ese par en pleno acto con Dean delante, pero las ganas de hacerle la vida imposible a Norman seguían ahí.

-Ve un momento a mirar la comida-Le dije al chico, sonriendo angelicalmente-Yo voy a ver si podemos sentarnos con ellos...

Lo último que me apetece es que Dean vea mi lado sádico en lo más alto.

-Espero no interrumpiros-Me senté a su lado, mirándoles con apatía-Clearco... ¿Te gustaría hacer una cosa retorcida y cruel?

Death me guió hasta el comedor, murmurándome palabras tranquilizadoras para calmarme. Le dediqué una mirada de agradecimiento y llegamos al comedor, que estaba repleto.
-Ve un momento a mirar la comida-me dijo, con una sonrisa-Yo voy a ver si podemos sentarnos con ellos...- asentí y me dirigí a la zona de comida, para observar lo que habia

Me llevé una mano al pecho, fingiendo estar arrepentido.

-Yo nunca jugué con tus sentimientos, Taku mío... Nah...Podéis hacer todas las cosas poco aptas para menores que queráis: Yo lo que prentendo es más retorcido...

Sonreí: los juegos y la falsa pureza de Kyo no me sorprendían. Correspondí a su beso: parecía no gustarle en absoluto que alguien mostrase interés en él sólo cuando no había otro uke adorable cerca.

- Vaya, vaya... -dije, burlón, acariciando la cabeza de Kyo cuando me abrazó como si ocultase el llanto contra mi pecho- ¿Ahora quieres compartir, Death? ¿De qué cosa retorcida y cruel estamos hablando? No voy a ayudarte por amor al arte, se supone que somos rivales por el cuerpo de Dean... ¿o era por su corazón? Bah, viene a ser lo mismo... -le puse una mano en la nuca al DS, acariciándole debajo de la oreja con el pulgar- No voy a pedirte que me lo entregues, no soy de los que atrapan amantes en contra de su voluntad... pero si realmente necesitas mi colaboración para lo que planeas... -bajé la mano por su espalda hasta cogerlo por la cintura- Tendrás que ganártela.

No aparté la mirada de él, esperando que captase lo que insinuaba... y su respuesta. La mano que no estaba en la cintura de Death desparecía bajo la falda del vestido de Kyo, para que no se sintiese reemplazado. Cuántos más ukes mejor, pero reemplazar a uno por otro... prefería tenerlos a la vez.


No pude evitar mirar al rubio y al compañero de habitación de Hareton. Definitivamente esos dos no perdían el tiempo...

- Creo que tu compañero de habitación no dormirá contigo esta noche. Me han dicho que esta noche harían una "fiesta" en la habitación del que lleva el vestido. Si quieres, puedo... ir a hacerte compañía... o podemos ir a dar un paseo nocturno juntos... Yo no estoy para fiestas ni de ese tipo ni de ningún otro. Mi sociabilidad cayó en picado desde que me puse enfermo.

Maldije para mis adentros al recordar mi "brillante" idea de enemistarme con Clearco por Dean.

-Joo...-Hice un mohín, tomando la mano de Clearco de mi cintura y deslizándola por mi cuerpo hasta mi rostro-¿Quién ha dicho que me refería a eso? -Negué con falsa apesadumbre, metiéndome una de sus dedos en la boca-Tú y yo tenemos que hablar sobre quién es la parte activa de nuestra relación, el día menos pensado te morderé.

Para hacer hincapié en mis palabras, le mordí con fuerza, haciéndole algo de sangre. Sonriendo, le solté la mano, acercándome un poco más a él.

-Lo que yo venía a pedirte era tu ayuda para hacerle la vida insufrible a cierto pelirrojo... Dos mentes perversas piensan mejor que una.


Me mordí la lengua antes que mi curiosidad empezara a hacerle preguntas indiscretas.

-No sé si seré capaz de dormir en una habitación llena de arañas-Reconocí-Si quieres ir a dar un paseo, con mucho gusto te acompañaré... Además-Sonreí soñadoramente-por la noche La Luna Blanca es muy bonita...

Me giré por el escandalo que se había montado. Así fue como observé a Death acercándose a Clearco en demasía, y como mordía uno de sus dedos. Kyo saltó sobre Death protestando, y me dije a mí mismo que me debía controlar.
Con paso firme y pausado, me acerqué a la mesa.
-Death...se me ha pasado el hambre, creo que me voy a ir a descansar- murmuré, dedicándole una sonrisa cansada al grupo- Buenas noches a todos- desee, antes de darme la vuelta y salir del comedor..

Hice un puchero, atrapando a Kyo entre mis brazos.

-Cierto...-Ronroneé en su oreja-Nunca te he querido...Soy así, pero te valoro como el más preciado de los amigos. Así que la puerta de mi cuerto estará siempre abierta para tí.

Me separé un poco al escuchar a Dean. Miré como se iba, indeciso entre seguirle o no, pero al final me incorporé.

-Nos vemos esta noche-Me despedí, guiñándoles un ojo, antes de correr tras mi chico

Me giré al escuchar como alguien corria hacia mí, y me encontré con la figura de Death:
-¿No te quedas con ellos?- pregunté con un deje de celos en la voz, señalando a Clearco y Kyo

Sonreí, esbozando una reverencia.

-No me gustan sus propuestas indecorosas, así que prefiero estar un poco más con mi bella dama y protegerla cuando esas bestias lujuriosas entren en tu cuarto esta noche.

Me ruboricé hasta la punta de la nariz con sus palabras.... ¿¡Bella dama!? ¿Que iban a entrar en mi cuarto?
-¡N-No soy ninguna chica!- exclamé de manera incoherente sin saber que decir. Deje de mirarle a los ojos avergonzado

-No me hagas mucho caso...-Le acaricié el mentón, alzando su rostro al mío-Aunque eres más agradable y dulce que varias chicas que conozco...

Le miré a los ojos en cuanto alzó mi mentón. Me sonrojé ante sus palabras y me zafé de su agarre ruborizado:
-Y-yo solo soy tímido...- murmuré..."Y celoso...demasiado" pensé, mientras dejaba que la energía fluía por mi interior, para darme fuerzas. Le miré a los ojos, y entrelacé mi mano con la suya, tirando de su cuerpo hacia mi, para darle un beso...

Cerré los ojos, saboreando aquel beso, al mismo tiempo que contenía al resto de mi cuerpo que no paraba de pedirme más.

-Con que tímido...-Ironicé, separándome de él, dándole un respiro antes de lanzarme con ferocidad hacia sus labios.

-¡Soy tímido!- protesté, dejándome besar. Me separé de él jadeando y sonrojado- P-pero quiero dejar claro lo que siento- mascullé

-Y eso me gusta de tí-Le susurré, mordisqueándole la oreja.